Cuando decidimos que, quizá, era el momento de comprar una vivienda comenzaron a surgir las miles de dudas que le surgen a todo el mundo en esta situación. ¿Dónde queremos vivir? ¿Cómo queremos vivir? ¿Un piso o una casa? ¿Obra nueva o para reformar? ¿Qué inversión nos podemos permitir?

Ya os adelanto que lo único que tuvimos claro y en lo que estuvimos de acuerdo fue que sería una vivienda antigua para reformar a nuestro gusto. También os adelanto que la búsqueda fue larga, muy larga, que hubo otras 3 casas por las que ofertamos y no conseguimos y que todo este periplo se convirtió en agotador e incluso necesitamos descansar una buena temporada.

Todo este proceso (¡y lo que queda!) te lo contaremos en nuestro blog Bienvenidos a casa para que veas que no estáis solos, que comprar para reformar tiene sus altos y sus bajos y, sobre todo, para que confíes en que al final merecerá la pena.

La que algún día será Casa Volgende en realidad nunca fue una casa: fue almacén de grano y corral para los animales de la familia, que vivía en la casa de al lado.

Nuestra intención es mantener y recuperar su carácter. Rehabilitar la fachada devolviéndole su configuración original y descubrir el patio trasero. Queremos que sea una vivienda para vivirla y que pueda crecer, cambiar y evolucionar con nuestra familia y nuestras necesidades.

Queremos disponer de una zona de día amplia y volcada al patio, distanciándonos de la calle de acceso. Además, debe permitir a nuestro hijo Mario jugar, inventar, crear…y a nuestras perra Miya correr a su anchas.

En el patio: mucho espacio libre, verde, agua y paellero.

Desconexión y relax son los mantras para el dormitorio y baño principal mientras que espacio y flexibilidad para evolucionar es lo que precisa el dormitorio infantil en este caso.

Y como sucede muchas veces.. cuando casi teníamos el proyecto cerrado… llega el cliente (en este caso mi pareja Juan Carlos) con una genial idea: añadir una planta extra. Me la vendió tan bien que no pude decir que no (pequeño estudio con terraza, lavandería independiente, huertito…) Pero ese coste extra, que no es pequeño, aún está por confirmar.

Aún nos queda un largo proceso por delante (licencia, presupuestos, hipoteca, obra…) pero como verás en las imágenes… nosotros ¡ya nos imaginamos viviendo en ella!